Subida a la Cabaña del Toro

Cabaña del toro, Marcuera, bicicletas, bomba, migas, ¡… que este año la subo sin pararme…!, ¡ya me la dejarás…! ... Estas eran las palabras más repetidas entre los vecin@s de nuestro pueblo el día 30 de abril.

Al día siguiente, 1 de mayo y día del trabajador, a eso de las 8 de la mañana ya se oía bulla por la plaza. Los andarines habían quedado a las 8:30 para salir, mientras que los que lo haríamos en bicicleta partíamos a las 9. Los dos grupos salimos a la hora establecida, dispuestos a disfrutar de una buena mañana de monte y almorzar unas buenas migas con choriceta y chullas en la Cabaña del Toro.
Como todos sabéis la subida es bastante exigente así que, se hacía obligatorio antes de salir el pasar por nuestra querida FUENTE, por fin reestablecida (bien por la Junta Vecinal que ha tomado en consideración la voluntad del pueblo) para llenar los botellines de ese agua tan apreciada no solo por los riveranos, sino por gran parte de las Cinco Villas, Provincia de Zaragoza, Aragón, España, Europa, La Tierra, La Vía Láctea y el Universo.

Con puntualidad británica partieron pequeños y mayores con sus bicicletas, y con una gran sonrisa en sus caras, pues sabían que hoy iba a ser un gran día.
Me encanta ver las caras de los más pequeños a la hora de arrancar, están radiantes de ilusión y su único propósito no es otro que llegar hasta la cabaña sin bajarse de su bicicleta de cuatro ruedas; pero lo de sus padres, hermanos, tíos y tías, abuelos… es todavía mejor, allí están preparándoles el botellín, subiendo y bajando sillines y por supuesto dando muchísimos ánimos y lo más importante con una sonrisa si cabe todavía mayor que las de sus propios hijos, sobrinos, nietos… y eso que saben que en cuanto lleguen a la zona de “El Paso” que está sin asfaltar muchos dejarán sus bicicletas para subirse en los coches y furgonetas escoba que les permitirán participar por completo en la subida y ver como sus primos y primas que suben la cuesta andando o haciendo “eses” por no bajarse de la bicicleta les saludan a su paso.

No se exactamente cuantos subimos este año pero hablando con los organizadores dijeron que casi se hizo corto, que habría que haber hecho un poquico más que el año pasado (según la organización el año pasado asistieron 225 personas). No se que será pero hay algo que tiene esta subida que a tod@s nos encanta, y hace que cada año vaya a más.

La mañana soleada y la temperatura agradable, nos permitieron disfrutar de un paraje excepcional. Fue una auténtica gozada poder discurrir entre trigos y cebadas verdes y bastante bien criadas con las lluvias que se han producido a última hora. Una vez arriba las vistas eran espectaculares, desde allí se dominaba prácticamente todas las cincovillas, desde El Castillo de Sora hasta la Sierra de Santo Domingo y desde el Monte de Monlora hasta San Bartolomé y Biota. Esto, además de disfrutar nos debe hacer reflexionar sobre nuestra querida Marcuera, ¿le damos el valor que se merece? ¿cómo le podemos agradecer todo lo que nos ha dado? Sin duda, con días como este, acercándonos a ella y poniendo en valor todas sus virtudes.

Alrededor de sartenes, parrillas y alguna que otra bota se formaron buenas tertulias que nos permitieron disfrutar de una gran almuerzo. Después del cafetico de rigor se procedió a realizar la foto oficial y poquico a poco fuimos bajando hacia el pueblo, esta vez las furgonetas y coches iban un poco más cargados pero muchos aprovecharon para bajar andando y hacer algo de ejercicio, tan necesario en esta sociedad del siglo XXI que va hacia el sedentarismo.
Por último debo decir que el éxito de participación fue total, y una vez más volvió a quedar patente el alto grado de implicación y participación de los riveranos para con su pueblo. Así que, gracias a tod@s, participantes y organizadores y seguir disfrutando y dando vida a nuestra querida Marcuera.

Aquí os dejo unas foticos tomadas desde mi bicicleta.



Y aquí esta foto de todos juntos y este vídeo enviado por Alberto Lalana.