Yo estuve allí: "Bella Italia"

Hace ya casi un mes que volvimos de Italia. Un grupo de tres uncastilleros y una mendas representante riverana. En realidad viajamos tres porque íbamos a casa de Camino que ha hecho un Erasmus en Pavia (al lado de Milán). Salimos desde el nuevo aeropuerto de Zaragoza y tras 1 hora y 3 cuartos aproximadamente, aterrizamos en Bergamo. Tomamos un autobús y hacia Milán. Cómo no, en este avión y autobús viajaba un descendiente de abuelos riveranos, Jaime (nieto de José Luis Díez y Mª Pilar Ripollés). Nos instalamos en Pavia y dejamos el tour para el día siguiente.

Madrugamos sin ser demasiado tempraneros y a coger el tren, medio de transporte habitual para llegar a Milán y de allí dirigirnos al resto de destinos turísticos. Ese día nos tocaba Turín. Nuestra guía turística nos llevó de un lado a otro para que pudiéramos ver la Piazza Vittorio; el Castello di Rivalta… y no podíamos irnos de Turín sin llegar hasta la “Mole Antonelliana”, uno de los edificios más altos de Italia con sus 167,5 metros de altura. Volvimos de Turín agotados de andar pero esa noche había fiesta italiana con los colegios mayores y residencias para despedir el curso académico. Sacamos un poco de fuerzas y a pasarlo bien un buen rato.
Al siguiente día, como era de esperar, no fuimos tan madrugadores así que aprovechamos este día para hacer visita un poco más light primero por Pavía y después por Milán. Visitamos el Duomo de Milán aunque no nos dejaron entrar porque íbamos en tirantes y no llevábamos con qué taparnos los hombros. Este día llegamos pronto a casa y descansamos por la noche porque nos esperaba una dura jornada.

Próximo destino: Venecia.
Toda la tropa se levantó a las 4 y media de la mañana para poder coger el tren que salía a Milán y de allí zarpar hacia Venecia. Llegamos sobre las 11 a la ciudad de destino y ya antes de parar pudimos apreciar como el agua rodeaba la ciudad. Por fin pisamos tierra pero poco nos duró porque embarcamos en el vaporetto (lo que sería el bus en cualquier otra ciudad) que nos llevó por el Gran Canal hasta la plaza San Marcos. Había oído de todo sobre Venecia, hay quien comenta que es preciosa mientras que otros no terminan de encontrarle el encanto. En mi opinión es una ciudad muy bonita, con muchos elementos históricos y turísticos y además con un toque de fantasía, como cuando lees un cuento, con taxis que son lanchas, señales de tráfico para los barcos, el símbolo de conductor principiante, góndolas y gondoleros que cantan… hay que visitarla y cada uno que juzgue según su parecer.

Ya sólo nos quedaba un día para hacer turismo pero como estábamos tan cansados (no estamos acostumbrados) decidimos hacer un día de relax y concentración para animar a la Selección Española de Fútbol que jugaba contra Italia. Fuimos a una residencia de estudiantes y después de tanta angustia por fin partido para España. Cenamos y para casa.
Al día siguiente con todas la maletas a cuestas de nuevo, tren hacia Milán y de allí al autobús que nos llevó hasta Bergamo para poder coger el avión que nos llevaba de vuelta hacia tierras Aragonesas.

Un viaje inolvidable y para repetir por el encanto de Italia y sobre todo de la compañía: Camino, Irene y Diego.

Texto: Mª Carmen Lafita