Y el Susurrador acabó con la crisis...

Crisis ¿Qué me puedes quitar? ¿Mi trabajo? Tómalo, nunca he creído que fuese mío. ¿Mi casa? Tómala no soy su dueño. ¿Mi familia? No podrás quitarme mi amor por ella ¿Mi dinero? Llévatelo, son jirones de miseria hechos papel. ¿Mi tiempo? ¿Qué tiempo? ¿El de antes de ser esclavo, cuando era pura inocencia? No; ese no te lo doy, ni me lo podrás quitar, no es mío ya, pertenece a la memoria de Dios.

Crisis… sé que te alimentas del miedo, pero ni eso tengo por mío. Sólo sé usar mis pies para caminar, mi corazón para amar, mi mente para asombrarme de vivir. ¿Qué puedo temer? Nada quiero.
Crisis… ¿Qué te pasa? ¿Huyes? ¿No corras, aún te quedan cosas que llevarte? Tómalas, te las regalo todas, no las necesito… ¿Mi vida se acabará? Tómala, ha cumplido su fin: conocer el Amor, ser consciente de ser ilusión, sueño…y el preámbulo de algo mucho, mucho más grande. ¿Qué más por hacer queda?

Tengo una sospecha: somos infinitamente más valiosos que cualquier transacción mercantil…somos Dioses de Vida y eso nada ni nadie nos lo podrá jamás arrebatar…;
¡JAMÁS!